martes, 26 de junio de 2012

Cuando leer es también aprender


El Colegio Nuestra Señora de Graneros, VI región, compartió con nosotros una linda experiencia pedagógica. Agradecemos a la profesora Ana María Acosta su generosidad para dar a conocer esta actividad con todos ustedes.
"Con gusto recibimos la biblioteca de aula por la encargada del CRA, la señorita Daniela Escobar. Al día siguiente, Rodrigo, un alumno del 5° básico, solicitó leer Las mil grullas. Como es costumbre, leí el cuento y aporté como siempre un poco de contexto sobre el relato, que tiene como escenario la Segunda Guerra Mundial. Los niños comentaron otras experiencias y fui a buscar a un alumno de 6° año básico, con graves problemas de motivación para estudiar, pero posee muchas habilidades para el origami, y así de paso ayudo a elevar su autoestima. Con papel lustre hizo una grulla. Los chicos y chicas quedaron maravillados, y así fue como ellos mismos se propusieron hacer mil grullas como cadena de oración para un niño enfermo de 8° básico. Entonces, el niño de 6° les enseñó a todo el resto a realizar la grulla, y con gran asombro comprobé que todos lograron hacerla. Ya motivados, me consultaron sobre la posibilidad de investigar sobre la Segunda Guerra Mundial.
La clase siguiente, un niño habló de la 2ª guerra mundial y de la división de la ciudad de Berlín. Coincidentemente, el director de nuestro colegio tenía un pedacito del muro de Berlín, así que le pedí que él mismo realizara una clase (él es profesor de Historia). Muy contento, hizo una clase sobre las causas y efectos de esta sangrienta guerra, mostró la piedra, yo mostré el Diario de Ana Frank, comprado en Amsterdam, donde realmente tuvo lugar esa historia, una foto de Hitler del museo de cera, y me comprometí con los alumnos a enviar una carta a la embajada de Alemania en Chile para visitarla.
La clase fue inolvidable, con un especialista en Historia, otra en Lenguaje, y los niños, que estaban plenos de motivación y deseos de conocer más sobre lo que estaban escuchando.
Hoy he recibido la respuesta de la Embajada de Alemania , nos esperan después de vacaciones de invierno.
Creo que vale la pena contarles esta experiencia, porque se debe aprovechar cada lectura con alegría y entrega, los niños solo quieren un poco de motivación y alguien que los encante, que logre invitarlos a vivir una hermosa vivencia o aventura, en la cual cada uno de ellos será protagonista de acuerdo a sus gustos, vivencias y capacidades. Una experiencia única gracias a un libro de la biblioteca CRA, que nos recuerda de esos momentos cuando leer es también aprender."